El pueblo estaba apacible, parecía un pueblo fantasma. No se veía nadie en la calle, dentro de las casas no se escuchaba nada, ni la televisión, ni algún equipo de sonido. Los perros y los gatos callejeros hacían su agosto, orinándose y cagándose en cualquier lado. De repente aparecían en las aceras personas, pero con la mirada hacia abajo, fija en el camino, como si se les hubiera muerto un ser querido.
Pero no, no es el resultado de una crisis farmacéutica, o un desastre natural, ni tampoco fue derrotada la selección deportiva nacional. Simplemente, los pobladores conocieron quienes serían los que los gobernarán durante cuatro años. Son los mismos que han gobernado ocho años seguidos. Los que con dineros del narcotráfico financiaron la compra desesperada de votos y de testigos de mesa electoral. Incluso el Registrador Municipal, ente encargado por velar por el buen curso de la “fiesta democrática” fue comprado por quienes tienen intereses económicos en los negocios impuestos a sus pobladores, enmascarados en una empresa de recolección de basuras improvisada, cuya dueña es la Gobernadora y el anterior Alcalde, empresas de Alcantarillado, un equipo de fútbol y discotecas a media cuadra de colegios de Bachillerato. Todas son empresas creadas para sacar y sacar dinero del bolsillo de los contribuyentes, y a la final de cuentas su inexistencia no extrañaría a nadie.
Nunca había visto algo así, y por primera vez en mi vida entiendo a las personas que no volvieron a ejercer su “derecho” al voto. Porque como he visto en algunas ocasiones, te das cuenta de que alguien votó antes por ti, o ya no puedes votar, o simplemente terminaste votando por el que no querías que quedara.
El Alcalde quedó con quince concejales, todos del mismo partido político, entonces el Pueblito ahora será gobernado por dictadores mafiosos. Esa es la verdadera razón por la cual los pobladores están de luto.
Muy dentro, están esperando las fiestas del pueblo, donde despilfarrarán todo el dinero que le queda al Pueblito, pero no para brindar esparcimiento, sino para dar la falsa idea que todo está bien y que hay que estar siempre alegres, aún te estén robando el dinero de tus bolsillos. Y para eso harán fiestas patronales, festivales de música, reinados, encuentros de melómanos y cuanto evento en el que tengan que contratar tarimas y se venda licor y estupefacientes, y en todos esos eventos contratarán automóviles con equipos de sonido adaptados para generar infames cantidades de ruido para obligarte a pensar que hay fiesta para rato y que todo está bien, así los niños se queden sordos y pierdan sus neuronas consumiendo cualquier basura que destruirá poco a poco sus jóvenes mentes.
Es por eso que aunque todo parezca jolgorio y guachafita, terminarán bailando y gozando, pero ni aun así, habrá ningún motivo para celebrar.